El mercado de carbono: un mecanismo basado en incentivos
La materialización de un mercado de carbono eficaz se apoya en la internalización del coste social del CO₂, un desafío global que exige soluciones basadas en incentivos económicos. El concepto de crédito de carbono se define como la reducción, eliminación o captura verificada de una tonelada de CO₂ equivalente (tCO₂e), certificada por organismos acreditados que garantizan la trazabilidad y evitan la doble contabilización (IPCC, 2022). Tradicionalmente, los sistemas regulados de comercio de emisiones (ETS) han abarcado principalmente sectores energéticos e industriales, estableciendo un límite de emisiones y el intercambio de permisos entre las entidades reguladas. Sin embargo, la dinámica de los mercados voluntarios de carbono (VCM) ha evolucionado para integrar la agricultura como fuente generadora de créditos, bajo la premisa de que las prácticas regenerativas pueden aumentar sustancialmente la fijación de carbono tanto en la biomasa aérea como en el suelo y reducir las emisiones.
El papel de la agricultura en los mercados voluntarios de carbono
En el contexto voluntario, los proyectos agrícolas diseñan un marco de actividades —tales como la implantación de coberturas vegetales, el establecimiento de mezclas de especies de gramíneas y leguminosas, la optimización de residuos de poda, la aplicación de enmiendas orgánicas y otras series de prácticas— que incrementan la capacidad de secuestro de carbono de los sistemas de cultivo. El proceso se inicia con la cuantificación de la línea base de emisiones (baseline), seguida por la validación de la metodología por una entidad acreditada que evalúa riesgos de fuga, permanencia y doble conteo. Durante la fase de ejecución, se instauran protocolos de monitoreo que combinan muestreos de laboratorio (contenido de carbono orgánico en suelo a 0–30 cm) y tecnologías remotas (drones, sensores infrarrojos) para cuantificar los cambios en los sumideros de carbono. Finalmente, una auditoría externa verifica la reducción o captura de emisiones, emitiendo un informe que respalda la generación de créditos en registros oficiales como Verra VCS o Gold Standard Registry (Verra, 2024).
Una oportunidad técnica y económica para el sector agrícola
El acceso de la agricultura al VCM atiende a su potencial como soluciones climáticas basadas en la naturaleza (Nature-based Climate Solutions, NbCS). Prácticas regenerativas, como la adopción de coberturas vegetales permanentes y el laboreo de conservación, no solo fomentan la biodiversidad y mejoran la estructura del suelo, sino que traducen incrementos medibles de carbono secuestrado en créditos comercializables. Este mecanismo ofrece a los agricultores una fuente adicional de ingresos, al tiempo que proporciona a las empresas compradoras una herramienta para compensar su huella de carbono y anticipar posibles futuras regulaciones más estrictas (OCDE, 2020; UNFCCC, 2021).
Referencias
- Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC). (2022). Climate Change 2022: Mitigation of Climate Change. Cambridge University Press.
- Organisation for Economic Co‐operation and Development (OCDE). (2020). Effective Carbon Rates 2020: Pricing Carbon Emissions through Taxes and Emissions Trading. OECD Publishing.
- United Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC). (2021). Guidance on Voluntary Cancellation and Use of Carbon Credits.Verra. (2024). VCS Program Guide Version 4.0. Verra.